Rampas para sillas de ruedas
Las rampas para sillas de ruedas son normalmente metálicas y éstas permiten acceder a sitios o lugares que se encuentran en altura. Estas rampas de pendiente variable, permiten al usuario de una silla de ruedas acceder con facilidad a edificios o vehículos, eliminando una de las barreras arquitectónicas más importantes y con mayor presencia en las ciudades: las escaleras, escalones o bordillos.
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Rampas para minusválidos
Existe una amplia variedad de rampas para personas minusválidas, que difieren entre sí en una serie de factores. Conocer los diferentes tipos existentes en el mercado nos ayudará enormemente frente a nuestra elección. La gran mayoría de modelos están construidos en aluminio extrusionado y anodizado, con superficie antideslizante y muy resistentes a la intemperie. Según su tipo de construcción podemos encontrar tres tipos de rampas:
– Rampas fijas: este tipo de rampas están construidas en una sola pieza, ofrecen gran ligereza, y son muy útiles si no es necesario estar transportándolas de un lugar a otro con frecuencia. Ofrecen una gran resistencia y estabilidad en su uso.
– Rampas plegables: estas rampas son muy útiles si necesitamos transportarlas para usarlas en diferentes lugares. Además de su ligereza, se pueden plegar sobre sí mismas para que ocupen menos espacio.
– Rampas multi-plegado: son mucho más versátiles que los tipos anteriores ya que su capacidad de plegarse en varios tramos, permiten que la longitud total de la rampa desplegada pueda ser mayor.
Rampas plegables para sillas de ruedas
Dentro de las rampas plegables encontramos algunas variantes, como las rampas enrollables o telescópicas, que minimizan el espacio que ocupan plegadas a la vez que maximizan la longitud de la rampa desplegada, lo que ayuda a obtener pendientes más suaves.
Uno de los factores más importantes a tener en cuenta al adquirir una rampa para silla de ruedas es la pendiente que será necesaria para salvar el obstáculo que necesitemos superar. Para usuarios de silla de ruedas (empujada por un ayudante o electrónica), se recomienda que la pendiente no sea superior a 1:5; es decir, que la longitud de la rampa sea como mínimo 5 veces la de la altura del escalón u obstáculo a superar. Por ello, es importante que, si nuestras condiciones de espacio y transporte nos lo permiten, adquiramos una rampa lo más larga posible, pues la pendiente de la misma será menor y la facilidad de acceso será mayor.